lunes, 21 de noviembre de 2016

La tormenta.



Las superficies son tan comodas
y todos sonrien cuando te detienes,
te deslizas a traves de toda la escarcha,
como una estrella negra,
la radiacion no te alcanza,
toda tu vida te dijeron
que naciste para hacer las cosas mal,
tienes un grimorio,
simbolos extraños fueron grabados
en tu corazon,
lo demás quedo escrito en la sal...

vas por la parte olvidada de la ciudad,
miras el alma de los demas
con tus ojos afiebrados,
que se van quedando ciegos,
te deslizas por las calles
buscando la redencion divina,
eres un angel vencido
que a perdido sus alas,
impulsado por el sueño y el deseo,
ellas han usado tu cuerpo
en extraños rituales,
tu amor se convirtio en un melodrama,
un par de melodias te mantienen fuerte
 pero no es suficiente,
para devolverte a esta realidad,
tienes tratos que no podras cerrar,
y un dia uno de ellos llego y te dijo
"hay una parte de ti, que nos pertenece"
y  acto seguido se desvanece
con un golpe de violin-
el dieciseisavo capricho
te comienza a perseguir
trataste de correr
y llegar a las murallas, 
todo lo demás se convirtio en silencio,
pero a lo lejos
viste a un reflejo
tomando un cafe
con una pierna cruzada,
mientras el mar se desbordaba
unas gafas oscuras,
con todo un atuendo a medida
a su alrededor todo era distorsion
-"Ven tomate un café" me dijo
"hay algo muy bello en la destrucción" 
-¿acaso no tienes miedo? le pregunte,
él me dijo que no, 
"La tormenta soy yo"

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