El estanque.

Surcan continentes alternos
dimensiones sostenidas por cuerdas
con aleaciones de mercurio y decadencia
subvencionando todos los mares
los pilares árabes resisten a su tiranía
pero tu voz es insensible
y el desierto se enfría
en las oscuras paredes donde nacen los lirios
donde la luna pierde el brillo
y el sol desaparece tras las lineas enemigas
de sus sonrisas forzadas
de sus corazones vacíos
como una frontera incierta
que nunca se acaba.

Formo parte de un distinguido
grupo de gente innecesaria
que adorna la redundancia con palabras
cielo de versos nublados
besos de labios cortados
encerrando el universo en el reflejo del agua
provocando alteraciones magnéticas
círculos concéntricos que no terminan en nada
que se deshacen y vuelven a través de las pestañas
de miradas extrañas
de parpados cansados
que van intercambiando estrellas
por algunos sueños prestados.