viernes, 23 de enero de 2015

Aveces sucede que buscando el resplandor del sol uno termina ciego.

Lauren me comento lo mucho que me detestaba y su argumento era totalmente convincente, incluso comenzamos a buscar juntos defectos en común, lo cual por extrañas circunstancias ocho años después termino en una amistad permanente.

Lauren se llamaba Laura pero ese nombre lo detestaba,  a mi francamente nunca me disgusto mi nombre en realidad no fue hasta 3 meses antes de la conversación que me entere que tenia uno o dos, pero de cualquier forma todo el mundo me decía Memphis, aunque mi corazón estaba en Nueva Orleans

Vivía en los suburbios muy cerca de la autopista principal con la multitud de niños ciegos apesar de todo sacamos adelante un equipo de rugby que sin ningún tipo de excepción perdió todos los partidos por insistencia, Lauren sabia todo esto y me atormentaba con sus triángulos y sus rombos, comenzo la tortuosa odisea contra la educación estatal y conquisto el corazón de algunos cuantos motociclistas

Las abuelas de entonces le rendían tributo a John Coltrane ella entonces me dijo "mientras la melodía no termine todo esta bien" pero yo no podía escaparme todo el tiempo de las sombras amarillas ni de las letras rosas se habian convertido en la única forma que tenia para expresarme, entonces increpe una tertulia con la reina de Versalles y algunos otros vagabundos, llegamos a la conclusión que el cielo no pertenece a nadie y que en cualquier lugar en el que este siempre seré un extranjero.

Lauren lo sabia
y por eso tuve que decirle que se vaya.

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